Blanco, el gladiador El valor de una decisión Cuando José Blanco alcanzó la secretaría de Organización del PSOE, en el congreso celebrado el año 2000 tras la precipitada renununcia de Joaquin Almunia a la secretaría general como consecuencia de la mayoría absoluta lograda por José María Aznar, toda su carrera política había transcurrido en Galicia. Era un político periférico, apasionado de la sociología electoral, ordenado y tímido al miso tiempo y con una gran capacidad de trabajo. Una década después ha añadido a su biografía su condición de mano derecha de José Luis Rodríguez Zapatero, indiscutible muñidor de acuerdos parlamentarios con los partidos minoritarios que limitan con el PSOE y máximo interlocutor con los sectores financieros y económicos del país. Blanco es hoy ministro de Fomento y el próximo 7 de abril cumplirá un año en el cargo ugg for cheap, tiempo suficiente para que su gestión ya le permita aparecer como candidato a mejorar posiciones en una hipotética remodelación gubernamental. El papel de Blanco ha sido balsámico en un detalle no menor y que muchas veces se olvida: los mejores o los más importantes del partido han de estar en el gobierno ya que, al final, no hay dos espacios cuando se ocupa el poder sino solo uno. ¿O alguien duda de que José Zaragoza debería estar en el Govern desde hace tiempo y ser su indiscutible número dos? Lección primera para tiempos venideros. Pero volvamos a Blanco y a su papel de cocinero de acuerdos de futuro. Les recomiendo la entrevista que se publica hoy en la sección de Política en la que aborda su apuesta por la estabilidad cheap uggs online, su preocupación porque los debates internos estén eclipsando el semestre europeo, las incertidumbres de los ciudadanos ante la crisis y su seguridad por arrebatar a Esperanza Aguirre la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid.